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Edgardo Maya Villazón, Contralor General de la República.
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Así se montó el fraude del 'cartel de los hemofílicos' en Córdoba

Testimonio del médico tratante y del laboratorio clínico utilizados como “fachada” develan el modus operando de la multimillonaria defraudación.

El médico internista hematólogo que supuestamente diagnosticó a los enfermos de Hemofilia y Von Willebrand en las 2 IPS (Fundación IPS Unidos por su Bienestar e IPS San José de la Sabana SAS) que hicieron millonarios recobros a la Gobernación de Córdoba, desbarató por completo la posibilidad de que los documentos con estos conceptos sean ciertos.

Al ser entrevistado sobre el tema por dos funcionarios de la CGR, dentro del ejercicio auditor a los recursos del SGP del departamento de Córdoba, dejo claro que nunca realizó las historias clínicas de los supuestos pacientes, que se le presentaron a su vista.

“Los diagnósticos escritos a mano no corresponden a mi letra”, aclaró de entrada.

“La firma que se encuentra en los diagnósticos, conceptos médicos y ordenes de medicamentos no corresponde a mi firma”, añadió.

Según explicó, lo que hicieron fue tratar de copiar su firma, pero no lo hicieron bien: “Nunca firmo hacia abajo. Mi firma es muy característica: siempre firmo hacia arriba”.

Otro elemento que pone en evidencia la falsedad de la documentación aportada como sustento de las solicitudes de recobro de las ISP, es que en las historias clínicas salta a la vista un detalle que pasaron por alto quienes las “crearon”: Para las pacientes con enfermedad de Von Willebrand, tratadas por hipermenorreas, sangrado abundante vaginal, este médico solo indica una aplicación por día, nunca 2 veces como aparece en las historias.

Las dosis ni siquiera son las indicadas

El médico que puede decirse fue “gemeliado” por los instigadores de este millonario fraude a los recursos de la salud, dijo una cosa particularmente grave: las dosis de tratamientos hemofílicos que se habrían formulado, no cumplen con los protocolos establecidos por la Federación Mundial de Hemofilia.

Aclaró igualmente que sola una vez, el año pasado, atendió 15 o 20 pacientes de una de las IPS involucrada en este presunto detrimento patrimonial (Fundación IPS Unidos por su Bienestar), y entonces escribió a mano las respectivas historias clínicas. Las presentadas con su firma, para los recobros, están sistematizadas.

Precisó, además, que no tiene ningún vínculo con la  IPS San José de la Sabana SAS y nunca ha prestado sus servicios a esa entidad.

En ningún momento tuve conocimiento de que se estaban realizando cobros de medicamentos o que hubiera pacientes no evaluados por mí y se estuviera utilizando mi firma, concluyó.

Utilizaron pruebas presuntamente falsas

En desarrollo de esta auditoría, la CGR pidió a un acreditado laboratorio clínico y de patología de la ciudad de Montería (Bernardo Espinosa) certificar la veracidad de más 40 resultados de laboratorio presuntamente generados allí.

La respuesta fue contundente: “Los resultados son falsos, los pacientes no figuran en nuestros registros y las pruebas no se tomaron en nuestro laboratorio”.

El representante legal del laboratorio anunció, en ese momento, que “como quiera que está en tela de juicio el buen nombre del laboratorio, mi nombre y el de mi familia, ya que el laboratorio es una empresa familiar, nos vemos abocados a presentar las denuncias respectivas ante la Fiscalía para que sean ellos quienes investiguen la conducta delictiva por la falsificación de las pruebas supuestamente realizadas en nuestro laboratorio”.

Cuando el negocio es primero que la salud

Atendiendo una solicitud de la Contraloría Delegada para el Sector Social, el presidente y director científico de la Liga Colombiana de Hemofílicos y Otras Deficiencias Sanguíneas, Sergio Robledo Riaga, entregó a la CGR un concepto técnico sobre la hemofilia y la enfermedad de Von Willebrand.

Respecto de las dosis indicadas para el tratamiento de estas enfermedades, la Liga Colombiana de Hemofílicos y Otras Deficiencias Sanguíneas dio cuenta de un hecho preocupante: “El tratamiento integral de todas las patologías en el país está cubierto por las EPS. Como el 95% de los costos del manejo de la hemofilia está en el medicamento y este es costoso, esto ha hecho que se generen una cantidad de IPS que promocionan dar tratamiento integral a los hemofílicos, donde por el valor cobrado a la EPS incluyen todas estas atenciones, pero su único fin es entregar la máxima cantidad de factor a cada paciente sin importar si la calidad de vida es proporcional al medicamento entregado. Infortunadamente los márgenes de seguridad para  no generar complicaciones por exceso de medicamento (márgenes terapéuticos de seguridad) en dosis en hemofilia son muy altos, hasta 75 UI por kilo de peso, versus los tratamientos recomendados hasta 40 Ul kilo de peso para profilaxis y 50 UI para urgencias vitales, lo que significa que entre estos valores de 40-50 UI hasta las 75 UI, el consumo aumenta sin que el paciente sienta o vea beneficio adicional alguno, pero si  genera mayor facturación”.

¿Y de dónde salieron tantos pacientes hemofílicos?

Indicó también la Liga Colombiana de Hemofílicos y otras Deficiencias Sanguíneas que al ser estas enfermedades de origen genético tienen unas incidencias mundiales (número de nacimientos), que en el caso de la Hemofilia A es de un caso (1) en cada 15.000 o 20.000 personas, y para la Hemofilia B un caso (1) en cada 40.000 personas.}

Vale recordar que la Secretaria de Salud del departamento de Córdoba pagó $45 mil millones, entre 2013 y 2015, a las 2 IPS involucrada en este escandaloso “desangre” de los recursos de la salud, por suministro del medicamento Inmunate Factor Willebrand 500 UI a unas 128 personas, presuntamente diagnosticadas  con hemofilia y enfermedad Von Willebrand.

Por ser estas enfermedades trastornos de la coagulación, el diagnóstico de hemofilia y particularmente el de Von Willebrand siempre requieren ser emitidos por un médico que puede ser un Hematólogo, Hemato-oncólogo y/o Médico Internista, y se basan en la historia clínica del paciente.

Los exámenes de laboratorios son complementarios al diagnóstico, pero estas enfermedades se definen por condiciones clínicas, precisó la Liga Colombiana de Hemofílicos y Otras Deficiencias Sanguíneas.

“Los laboratorios confirman los datos clínicos, definen la severidad (severa, moderada, leve) y permiten clasificar adecuadamente la hemofilia. Con relación a la enfermedad de Von Willebrand, los laboratorios deben correlacionarse necesariamente con los datos clínicos e historia familiar del paciente”.

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